¿Cómo puedo cultivar mostarda?


Cultivar mostarda en tu propio huerto es una opción gratificante y relativamente sencilla.

Aquí tienes los pasos básicos para cultivar mostarda, así como algunas opciones de plantas asociadas que pueden ayudar a evitar el uso de fertilizantes y pesticidas:

  1. Preparación del suelo: Elige un lugar soleado en tu jardín con suelo bien drenado. Antes de sembrar, prepara el suelo aflojándolo y eliminando las malas hierbas.
  2. Siembra: Puedes sembrar las semillas directamente en el suelo o comenzarlas en interiores en macetas para trasplantarlas posteriormente. Si optas por sembrar directamente, esparce las semillas a una profundidad de aproximadamente 1 cm y asegúrate de mantener una distancia de unos 15 cm entre las plantas.
  3. Riego: La mostarda necesita un riego regular para mantener el suelo ligeramente húmedo. Evita el riego excesivo que pueda encharcar el suelo.
  4. Asociación de plantas: Algunas plantas asociadas beneficiosas para el cultivo de mostarda incluyen:

    a. Tagetes (Tagetes spp.): Las flores de tagetes liberan compuestos que repelen plagas y pueden ayudar a controlar nematodos del suelo.

    b. Caléndula (Calendula officinalis): Atrae insectos benéficos que se alimentan de plagas y ayuda a repeler pulgones.

    c. Borraja (Borago officinalis): Sus flores atraen polinizadores y sus raíces profundas pueden ayudar a mejorar la estructura del suelo.

    d. Rúcula (Eruca sativa): Además de ser una planta comestible, la rúcula puede repeler algunas plagas de la mostarda.

Estas son solo algunas opciones de plantas asociadas, pero hay muchas más posibilidades. La asociación de plantas puede ayudar a crear un entorno equilibrado y promover la biodiversidad, lo que a su vez puede reducir la necesidad de fertilizantes y pesticidas.

  1. Cosecha: La mostarda se puede cosechar cuando las hojas han alcanzado un tamaño adecuado, generalmente alrededor de 30 a 45 días después de la siembra. Puedes cortar las hojas exteriores dejando el centro intacto para un crecimiento continuo.

Recuerda que cada región puede tener variaciones en las condiciones de cultivo y disponibilidad de plantas asociadas. Siempre es útil investigar y adaptar las prácticas de cultivo a tu entorno local.

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