Diseño y descripción de un huerto familiar típico con cultivos asociativos en Ibitipoca, Minas Gerais

Diseño del huerto familiar:

El huerto familiar se encuentra en una parcela soleada de aproximadamente 100 metros cuadrados, rodeada por una cerca baja para protegerlo de animales y otros elementos externos.

Está dividido en secciones y cuenta con caminos entre los cultivos para facilitar el acceso y el mantenimiento.

1. Zona de hortalizas de raíz: En un extremo del huerto, se encuentran los cultivos de raíces como zanahorias, rábanos, nabos y remolachas. Estas hortalizas requieren un suelo suelto y profundo. En esta sección, las hortalizas de raíz como zanahorias, rábanos, nabos y remolachas se pueden cultivar en filas separadas de aproximadamente 30 cm de distancia. Estas plantas requieren un suelo suelto y profundo para desarrollar raíces saludables. Por ejemplo:
   • Zanahorias: Las zanahorias (Daucus carota) son raíces alargadas y de color naranja. Se pueden plantar en filas espaciadas a unos 10 cm de distancia entre cada planta.
   • Rábanos: Los rábanos (Raphanus sativus) son raíces redondas y de sabor picante. Se pueden sembrar en filas separadas a unos 10 cm de distancia. También es posible intercalar filas de rábanos entre las de zanahorias, ya que su crecimiento rápido permite una cosecha temprana.
   • Nabos: Los nabos (Brassica rapa) son raíces bulbosas y de sabor dulce. Se recomienda dejar un espacio de aproximadamente 15 cm entre cada planta y se pueden sembrar en filas separadas.
   • Remolachas: Las remolachas (Beta vulgaris) son raíces redondas o alargadas de color rojo intenso. Se pueden sembrar en filas espaciadas a unos 10 cm de distancia.
   • Zanahorias y cebollas: Las zanahorias se benefician de la presencia de cebollas debido a que las cebollas alejan a las plagas que atacan a las zanahorias, como la mosca de la zanahoria. Además, las cebollas también repelen algunas enfermedades comunes en las zanahorias. Se pueden plantar las zanahorias en hileras y las cebollas en los espacios entre ellas.
   • Rábanos y espinacas: Los rábanos tienen un crecimiento rápido y ayudan a romper el suelo, lo que facilita el crecimiento de las espinacas. Además, los rábanos son menos susceptibles a algunas plagas que atacan a las espinacas, lo que proporciona cierta protección. Se pueden sembrar rábanos en hileras y espinacas en los espacios entre ellos.
   • Nabos y lechugas: Los nabos tienen raíces profundas que ayudan a descompactar el suelo y aportar nutrientes. Al mismo tiempo, las lechugas proporcionan sombra a los nabos y ayudan a mantener la humedad del suelo. Se pueden plantar nabos en hileras y lechugas en los espacios entre ellos.
   • Remolachas y ajos: Las remolachas se benefician de la presencia de ajos, ya que estos actúan como repelentes naturales de plagas como los pulgones y los trips. Los ajos también ayudan a evitar que las remolachas sean atacadas por enfermedades fúngicas. Se pueden plantar remolachas en hileras y ajos en los espacios entre ellas.
2. Zona de plantas trepadoras: A lo largo de la cerca del huerto, se disponen enrejados o tutores para cultivar plantas trepadoras como frijoles, guisantes, calabazas y pepinos. Estas plantas aprovechan la estructura vertical y crecen sin obstaculizar a otros cultivos. En esta área, se pueden cultivar plantas trepadoras que aprovechen la estructura vertical de enrejados o tutores. Algunas opciones son:
   • Frijoles: Los frijoles (Phaseolus vulgaris) son plantas trepadoras que pueden crecer enredándose en enrejados o tutores. Se pueden sembrar a una distancia de 15 cm entre cada planta y se recomienda intercalar filas de frijoles con maíz para una asociación beneficiosa.
   • Calabazas: Las calabazas (Cucurbita spp.) son plantas trepadoras con largos tallos y hojas grandes. Se pueden sembrar a una distancia de aproximadamente 1 metro entre cada planta para permitir su expansión.
   • Pepinos: Los pepinos (Cucumis sativus) también son plantas trepadoras que se pueden cultivar en enrejados. Se recomienda una separación de unos 30 cm entre cada planta.
   • Frijoles y maíz: Los frijoles trepan por los tallos de maíz, utilizando la planta como soporte. A cambio, los frijoles enriquecen el suelo con nitrógeno gracias a su capacidad de fijación nitrogenada. Se pueden sembrar filas de maíz intercaladas con filas de frijoles.
   • Calabazas y girasoles: Las calabazas se benefician de la sombra proporcionada por los girasoles, lo que ayuda a conservar la humedad del suelo y reduce la competencia de las malezas. Los girasoles también atraen insectos beneficiosos para el huerto. Se pueden sembrar girasoles en hileras y calabazas en los espacios entre ellos.
   • Pepinos y rábanos: Los pepinos trepan por los tallos de los rábanos, lo que les proporciona un soporte vertical. Además, los rábanos crecen rápidamente y se cosechan antes de que los pepinos se expandan por completo, lo que les brinda suficiente espacio. Se pueden sembrar rábanos en hileras y pepinos en los espacios entre ellos.
   • Guisantes y maíz: Los guisantes trepan por los tallos de maíz, aprovechando la estructura vertical. A su vez, los guisantes fijan nitrógeno en el suelo, beneficiando al maíz y otros cultivos circundantes. Se pueden sembrar filas de maíz intercaladas con filas de guisantes.
3. Zona de hortalizas de hoja: En una sección central del huerto, se cultivan lechugas, espinacas, acelgas y otras hortalizas de hoja. Estas plantas disfrutan de la sombra parcial proporcionada por cultivos más altos y ayudan a mantener la humedad del suelo. En esta sección, se cultivan hortalizas de hoja verde y se puede aprovechar la sombra parcial proporcionada por otros cultivos. Algunas opciones son:
   • Lechugas y rábanos: Las lechugas crecen rápidamente y forman una cobertura de sombra que ayuda a mantener el suelo húmedo, mientras que los rábanos se cosechan antes de que las lechugas se expandan por completo, dándoles suficiente espacio para crecer. Se pueden sembrar rábanos en hileras y lechugas en los espacios entre ellos.
   • Espinacas y cebollas: Las cebollas repelen algunas plagas que atacan a las espinacas, como los pulgones, y ayudan a controlar enfermedades fúngicas. Se pueden plantar espinacas en hileras y cebollas en los espacios entre ellas.
   • Acelgas y zanahorias: Las acelgas tienen un crecimiento vertical, lo que permite que las zanahorias crezcan debajo sin interferencias. Además, las acelgas proporcionan sombra y ayudan a mantener la humedad del suelo. Se pueden sembrar acelgas en hileras y zanahorias en los espacios entre ellas.
   • Berros y remolachas: Los berros crecen en zonas húmedas y sombreadas, lo que los convierte en compañeros ideales para las remolachas. Los berros también ayudan a controlar las malezas y a conservar la humedad del suelo. Se pueden sembrar berros en hileras y remolachas en los espacios entre ellos.
4. Zona de cultivos asociativos: Se incluyen plantas que se benefician mutuamente en esta área. Por ejemplo, se puede plantar maíz en filas intercaladas con frijoles. El maíz proporciona soporte para que los frijoles trepen, mientras que los frijoles enriquecen el suelo con nitrógeno. También se pueden incluir hierbas aromáticas como albahaca, perejil o cilantro, que actúan como repelentes naturales de plagas.
   • Maíz, frijoles y calabazas: Conocida como “las tres hermanas”, esta asociación es tradicional en la agricultura indígena. El maíz proporciona soporte vertical para los frijoles trepadores, mientras que las calabazas se extienden por el suelo, cubriendo el suelo y evitando la proliferación de malezas. Los frijoles enriquecen el suelo con nitrógeno. Se pueden sembrar filas de maíz con espacios entre ellas para los frijoles y sembrar calabazas en los espacios entre las filas de maíz.
   • Perejil, albahaca y tomates: El perejil y la albahaca actúan como repelentes naturales de insectos perjudiciales para los tomates, como los pulgones y los gusanos. Además, la albahaca mejora el sabor de los tomates cercanos. Se pueden plantar tomates en hileras y espolvorear perejil y albahaca entre ellos.
   • Cilantro, repollo y cebollas: El cilantro repele algunas plagas del repollo, como los gusanos de la col. Además, las cebollas actúan como repelentes de insectos y ayudan a controlar enfermedades fúngicas. Se pueden plantar repollos en hileras y sembrar cilantro y cebollas en los espacios entre ellos.
   • Espinacas, fresas y ajos: Las espinacas proporcionan sombra y ayudan a mantener el suelo húmedo, lo que beneficia a las fresas. Por su parte, los ajos actúan como repelentes de plagas que afectan tanto a las espinacas como a las fresas. Se pueden sembrar espinacas en hileras, fresas en el suelo cubierto por las espinacas y ajos en los espacios entre ellos.
5. Zona de cultivos perennes: En un rincón del huerto, se dedica espacio a árboles frutales como manzanas, peras o ciruelas, así como a arbustos como frambuesas o moras. Estos cultivos perennes proporcionan frutas y bayas frescas año tras año.
   • Manzanos, fresas y hierbas aromáticas: Los manzanos proporcionan sombra a las fresas, protegiéndolas de la luz solar directa y ayudando a mantener la humedad del suelo. Las hierbas aromáticas como la menta o el tomillo se pueden plantar alrededor de los árboles frutales para repeler insectos y agregar fragancia al huerto.
   • Peras, ajos y flores beneficiosas: Los ajos ayudan a repeler plagas que pueden afectar a los perales, como los pulgones. Además, las flores beneficiosas como las caléndulas o las margaritas atraen polinizadores y otros insectos beneficiosos para el huerto.
   • Ciruelos, frambuesas y cubierta vegetal: Las frambuesas pueden crecer alrededor de los ciruelos, aprovechando el espacio vertical y proporcionando una capa protectora para el suelo. Se puede agregar una cubierta vegetal como trébol o ajuga entre los árboles y arbustos para controlar las malezas y mejorar la estructura del suelo.
   • Naranjos, albahaca y plantas repelentes de plagas: La albahaca se puede plantar cerca de los naranjos, ya que su aroma ayuda a repeler plagas como los pulgones. También se pueden agregar plantas repelentes de plagas como la caléndula o el ajenjo para proteger los naranjos de insectos dañinos.

Descripción del huerto familiar:

El huerto familiar en Ibitipoca, Minas Gerais, es un lugar lleno de vida y colores. La tierra fértil y bien drenada, característica de la región, brinda condiciones óptimas para el cultivo de una variedad de vegetales y frutas.

Al ingresar al huerto, se puede apreciar el bullicio de las abejas y mariposas que revolotean entre las flores, polinizando los cultivos y creando un ambiente vibrante.

Los caminos de tierra separan las distintas secciones del huerto, lo que facilita la navegación entre los cultivos.

En la zona de hortalizas de raíz, las zanahorias y los rábanos emergen del suelo en hileras ordenadas, ofreciendo su distintivo color y sabor.

En la sección de plantas trepadoras, las enredaderas de calabaza y los tallos de frijol se entrelazan hábilmente en los soportes, creando un dosel verde y frondoso.

En la zona de hortalizas de hoja, las lechugas y espinacas se alzan en forma de rosetas exuberantes, listas para ser cosechadas y disfrutadas en frescas ensaladas.

Las aromáticas hierbas como albahaca y cilantro llenan el aire con su fragancia y se utilizan para realzar el sabor de los platos.

En la zona de cultivos asociativos, el maíz y los frijoles crecen juntos en armonía, brindándose apoyo mutuo y creando un hermoso contraste visual.

Las flores y los insectos benéficos encuentran su lugar entre los cultivos, ayudando a mantener el equilibrio ecológico del huerto.

En la zona de cultivos perennes, los árboles frutales y arbustos aportan sombra y belleza al huerto. Durante la temporada de cosecha, las ramas se cargan con deliciosas manzanas, peras, frambuesas y moras, deleitando a la familia con su sabor dulce y jugoso.

El huerto familiar en Ibitipoca, Minas Gerais, es un espacio de conexión con la naturaleza y de auténtica sustentabilidad.

Además de proporcionar alimentos saludables y frescos, representa un ejemplo de agricultura sostenible y de respeto por el medio ambiente.