¿Cómo se puede secar la cúrcuma y convertirla en polvo?


El proceso de secado y molienda de la cúrcuma para convertirla en polvo implica los siguientes pasos:

  1. Cosecha: Cosecha los rizomas de cúrcuma cuando las hojas comiencen a marchitarse y volverse amarillas. Desentierra cuidadosamente los rizomas del suelo, sacudiendo el exceso de tierra.
  2. Limpieza: Limpia los rizomas de cúrcuma para eliminar la tierra y los residuos. Puedes lavarlos suavemente con agua y frotarlos con las manos o un cepillo suave.
  3. Pelado: Pela la piel externa de los rizomas de cúrcuma utilizando un cuchillo o un pelador de vegetales. Elimina cualquier parte dañada o en mal estado.
  4. Corte: Corta los rizomas de cúrcuma en rodajas finas para facilitar el proceso de secado. Puedes utilizar un cuchillo afilado o una mandolina para obtener rebanadas uniformes.
  5. Secado al aire: Extiende las rodajas de cúrcuma en una bandeja o rejilla en un lugar bien ventilado, protegido de la luz solar directa. Deja que se sequen al aire durante varios días hasta que estén completamente secas y quebradizas. Puedes voltear las rodajas ocasionalmente para asegurar un secado uniforme.
  6. Secado en horno: Si prefieres acelerar el proceso de secado, puedes usar un horno a baja temperatura. Coloca las rodajas de cúrcuma en una bandeja para hornear y colócala en el horno a una temperatura baja (alrededor de 50-60 °C). Deja que se sequen durante varias horas, revisando regularmente para evitar que se quemen.
  7. Molienda: Una vez que las rodajas de cúrcuma estén completamente secas, tritúralas en un molinillo de especias o en un molinillo de café limpio y seco. Muele las rodajas hasta obtener un polvo fino y uniforme.
  8. Almacenamiento: Transfiere el polvo de cúrcuma a un frasco de vidrio hermético y guárdalo en un lugar fresco, oscuro y seco. Asegúrate de etiquetar el frasco con la fecha de envasado.

Recuerda que la cúrcuma contiene compuestos naturales que pueden manchar, por lo que es recomendable usar guantes al manipularla para evitar manchas en las manos y las superficies de trabajo.

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