Hortelã
Mentha spp. es el nombre científico del género que engloba a las plantas conocidas comúnmente como hortelã o menta. La menta es una planta herbácea perenne que pertenece a la familia de las Lamiáceas. Es originaria de regiones templadas de Europa, Asia y América del Norte, aunque hoy en día se cultiva en muchas partes del mundo.
Las características botánicas de la planta de menta son las siguientes:
- Tallo: Las mentas tienen tallos erectos y cuadrangulares que pueden alcanzar una altura de 30 a 90 centímetros, dependiendo de la especie. Estos tallos suelen ser ramificados.
- Hojas: Las hojas de la menta son opuestas, simples, con forma lanceolada u ovalada, y tienen márgenes dentados. Son de color verde brillante y están cubiertas de pequeños pelos glandulares que le dan un aspecto vellos.
- Flores: Las flores de la menta se agrupan en inflorescencias llamadas verticilastros, que forman una espiga terminal. Cada verticilastro contiene flores pequeñas de color blanco, rosa o morado, con forma tubular y bilabiadas.
- Aroma: La menta es conocida por su aroma característico y refrescante. Las hojas contienen aceites esenciales, como el mentol, que le dan su fragancia distintiva.
Existen alrededor de 25 a 30 especies reconocidas en el género Mentha, pero las más comunes son la Mentha piperita (menta piperita) y la Mentha spicata (menta verde o hierbabuena). Otras especies populares incluyen la Mentha suaveolens (menta de manzana) y la Mentha citrata (menta bergamota).
En cuanto a las propiedades alimenticias de la menta, se utiliza principalmente como una hierba aromática para dar sabor a diferentes platos y bebidas. Sus hojas se pueden usar frescas o secas en ensaladas, salsas, postres, infusiones y cócteles. Además de su aroma y sabor agradable, la menta también se valora por sus propiedades digestivas y refrescantes.
En cuanto a los productos comerciales más conocidos de la menta, se encuentran los aceites esenciales de menta, utilizados en productos de cuidado personal, como pastas de dientes, enjuagues bucales, productos para el cuidado del cabello y cosméticos. También se comercializan infusiones de menta y caramelos o chicles con sabor a menta.
La menta es una planta relativamente fácil de cultivar y se adapta a una variedad de condiciones. Prefiere suelos húmedos y bien drenados, y crece mejor en áreas con sombra parcial o pleno sol. Se puede propagar mediante semillas, pero es más comúnmente propagada por división de raíces o esquejes.
En cuanto a las necesidades de nutrientes para el cultivo de la menta, requiere un suelo rico en materia orgánica y con un pH entre 6.0 y 7.0. Se recomienda fertilizar la planta regularmente con un fertilizante equilibrado, especialmente durante la temporada de crecimiento activo.
Para cultivar la menta de manera ideal, se recomienda plantarla en macetas o en áreas del jardín delimitadas, ya que la planta tiende a expandirse rápidamente y puede volverse invasiva si no se controla. Además, la menta se beneficia de una poda regular para promover un crecimiento más compacto y vigoroso.
A continuación, te mencionaré cinco plantas que se pueden asociar con el método de la permacultura o agrofloresta para evitar el uso de fertilizantes y pesticidas:
- Caléndula (Calendula officinalis): La caléndula es una planta que actúa como repelente natural de insectos y atrae polinizadores beneficiosos al jardín.
- Tagetes (Tagetes spp.): Las flores de tagetes tienen propiedades repelentes de plagas y ayudan a controlar nematodos en el suelo.
- Borraja (Borago officinalis): La borraja es una planta beneficiosa que atrae insectos polinizadores y repele algunas plagas comunes del jardín, como los pulgones.
- Hierba de San Juan (Hypericum perforatum): Esta planta tiene propiedades repelentes de insectos y también puede ayudar a mejorar la fertilidad del suelo.
- Girasol (Helianthus spp.): Los girasoles atraen a polinizadores y atraen insectos beneficiosos que controlan plagas.
Estas son solo algunas ejemplos de plantas que se pueden utilizar en combinación con el método de permacultura o agrofloresta para fomentar un equilibrio natural en el jardín y reducir la dependencia de fertilizantes y pesticidas.