Guaco

Mikania spp. es un género de plantas trepadoras perteneciente a la familia Asteraceae, conocida comúnmente como guaco, bejuco de agua o bejuco de puerco en algunos lugares. Este género incluye varias especies distribuidas principalmente en regiones tropicales y subtropicales de América, África y Asia.

Las características botánicas de las plantas del género Mikania pueden variar ligeramente entre las diferentes especies, pero en general presentan los siguientes rasgos:

1. Hojas: Son opuestas, simples y usualmente de forma ovalada o lanceolada. Pueden tener bordes dentados o ligeramente lobulados. Algunas especies tienen hojas vellosas en la parte inferior.
2. Tallos: Son delgados, trepadores y pueden alcanzar grandes longitudes. Los tallos presentan raíces adventicias a lo largo de su longitud, lo que les permite aferrarse y trepar sobre otros vegetales o estructuras.
3. Flores: Las flores son pequeñas y se agrupan en inflorescencias llamadas capítulos. Cada capítulo está rodeado por brácteas verdes. Las flores pueden ser blancas, amarillas, rosadas o moradas, dependiendo de la especie.
4. Frutos: Después de la polinización, las flores producen pequeños frutos en forma de aquenios, que son dispersados por el viento.

El género Mikania engloba alrededor de 450 especies reconocidas, aunque no todas ellas son ampliamente estudiadas o conocidas. Algunas especies notables incluyen Mikania micrantha, Mikania cordifolia y Mikania glomerata.

En cuanto a las propiedades alimenticias de la planta, en general, las especies de Mikania no son cultivadas ni utilizadas como alimento humano directo. Sin embargo, algunas culturas han empleado ciertas especies de Mikania para usos medicinales y tradicionales, como en la medicina popular para tratar dolencias respiratorias y afecciones de la piel.

En términos de productos comerciales conocidos, las especies de Mikania no son ampliamente comercializadas para consumo humano. No obstante, en algunos lugares se pueden encontrar productos a base de extractos de Mikania, como infusiones o suplementos herbarios, que se promocionan por sus supuestos beneficios para la salud.

El cultivo de Mikania spp. no es común ni extendido debido a su naturaleza invasora y su tendencia a trepar y competir con otras plantas cultivadas. Sin embargo, si se desea cultivar esta planta, se puede realizar a partir de semillas o mediante la propagación vegetativa utilizando trozos de tallos con raíces adventicias.

En cuanto a las necesidades de nutrientes para el cultivo, Mikania spp. generalmente prefiere suelos ricos en materia orgánica y bien drenados. No requiere necesidades nutricionales específicas y puede crecer en condiciones de luz solar moderada a plena luz.

Para cultivar Mikania spp. de manera ideal, se recomienda:

1. Proporcionarle un soporte adecuado para trepar, como una cerca, un enrejado o una estructura similar.
2. Plantarla en un suelo fértil y bien drenado, con un buen contenido de materia orgánica.
3. Proporcionarle suficiente agua, ya que estas plantas prefieren suelos ligeramente húmedos.
4. Controlar su crecimiento y expansión, ya que algunas especies pueden volverse invasoras y desplazar a otras plantas.

A continuación, se mencionan cinco plantas que se pueden asociar con métodos de permacultura o agroforestería para reducir la necesidad de fertilizantes y pesticidas:

1. Caléndula (Calendula officinalis): Esta planta tiene propiedades repelentes de insectos y puede ayudar a controlar las plagas en el jardín.
2. Tagetes (Tagetes spp.): El tagetes es conocido por su capacidad para repeler nematodos y otras plagas del suelo, además de atraer polinizadores beneficiosos.
3. Borraja (Borago officinalis): La borraja es una planta atrayente que atrae a insectos beneficiosos, como las abejas, y también mejora la calidad del suelo.
4. Menta (Mentha spp.): La menta es una planta aromática que repele algunas plagas de insectos y puede cultivarse como una cobertura vegetal para controlar las malezas.
5. Girasol (Helianthus annuus): Los girasoles atraen a abejas y otros polinizadores, y también pueden ayudar a descomponer los compuestos tóxicos del suelo, mejorando su calidad.

Estas plantas pueden ser cultivadas junto a cultivos alimentarios para promover un entorno equilibrado y reducir la necesidad de fertilizantes y pesticidas sintéticos. Sin embargo, es importante recordar que cada sistema de cultivo tiene sus particularidades y es necesario adaptar las asociaciones de plantas según las condiciones locales y las necesidades específicas del cultivo.