Cultivo en compañía


Un cultivo en compañía, también conocido como cultivo asociativo, cultivo intercalado o cultivo compañero, es una práctica agrícola en la que se siembran diferentes especies de plantas juntas en un mismo espacio. En lugar de cultivar una sola especie en grandes extensiones de tierra, se combinan diversas plantas que se benefician mutuamente.

En un cultivo en compañía, las plantas se seleccionan cuidadosamente para maximizar las interacciones positivas entre ellas. Estas interacciones pueden incluir el aprovechamiento eficiente de los recursos disponibles, como la luz solar, el agua y los nutrientes del suelo, y la protección mutua contra plagas y enfermedades.

El cultivo en compañía se basa en la idea de que algunas plantas tienen relaciones beneficiosas entre sí. Por ejemplo, algunas plantas pueden liberar compuestos químicos que repelen insectos dañinos o atraen insectos benéficos que actúan como depredadores naturales. Otras plantas pueden tener sistemas de raíces que complementan los de otras especies, permitiendo un mejor acceso a los nutrientes en diferentes capas del suelo.

Algunos ejemplos famosos de cultivos en compañía son las “Tres Hermanas”: maíz, frijoles y calabaza. En esta asociación, el maíz proporciona soporte vertical para los frijoles trepadores, mientras que los frijoles fijan nitrógeno en el suelo y la calabaza cubre el suelo, evitando la proliferación de malezas.

El cultivo en compañía puede tener varios beneficios, como la reducción de la necesidad de fertilizantes y pesticidas, la mejora de la salud del suelo, el aumento de la biodiversidad y la optimización del uso del espacio. Sin embargo, es importante tener en cuenta las necesidades específicas de cada especie y adaptar la combinación de plantas al entorno y las condiciones locales.