Cajuzinho do campo


La Anacardium humile, también conocida como cajuzinho do cerrado o cajuzinho do campo, es una especie de planta perteneciente a la familia de las Anacardiaceae. Esta planta es nativa de Brasil, específicamente se encuentra en el Cerrado, un bioma caracterizado por sus condiciones áridas y sus suelos pobres en nutrientes.

La Anacardium humile es un arbusto perennifolio que puede alcanzar alturas de hasta 2 metros. Posee hojas simples, alternas y coriáceas, con forma ovalada o elíptica, de aproximadamente 5-10 cm de longitud. Sus hojas tienen un color verde oscuro brillante en la parte superior y un tono más claro en la parte inferior.

Las flores de la Anacardium humile son pequeñas y se agrupan en panículas terminales o axilares. Son flores unisexuales, es decir, hay flores masculinas y flores femeninas en la misma planta. Las flores masculinas tienen pétalos de color amarillo pálido y las femeninas son verdosas y más pequeñas. La polinización de esta especie es principalmente realizada por insectos.

Los frutos de la Anacardium humile son conocidos como “cajuzinhos” y se asemejan a pequeñas nueces o anacardos. Estos frutos tienen un tamaño de aproximadamente 1-1,5 cm de diámetro y son de color amarillo anaranjado cuando están maduros. La cáscara del fruto es delgada y se abre fácilmente, revelando una sola semilla en forma de riñón. La semilla está cubierta por una capa externa llamada “mesocarpio” que es comestible y jugosa.

Las semillas de la Anacardium humile son comestibles y se consumen principalmente crudas. Tienen un sabor dulce y ácido al mismo tiempo, similar al sabor de los anacardos comunes (Anacardium occidentale). El mesocarpio jugoso se utiliza para hacer jugos, sorbetes y otros productos alimenticios. Además de su valor nutricional, estas semillas contienen compuestos antioxidantes y son una fuente de vitamina C.

En cuanto al cultivo de la Anacardium humile, es posible propagarla a partir de semillas. La planta prefiere suelos bien drenados y ligeramente ácidos, y es resistente a la sequía una vez establecida. Se adapta bien a climas tropicales y subtropicales, aunque puede tolerar algunas heladas ligeras.

Para un cultivo exitoso, se recomienda proporcionar a la planta un lugar soleado y protegido del viento. El riego debe ser moderado, evitando el encharcamiento del suelo. En términos de nutrientes, la Anacardium humile se beneficia de una fertilización equilibrada con un enfoque en la adición de materia orgánica al suelo. Se pueden aplicar abonos orgánicos como compost, estiércol bien descompuesto o fertilizantes naturales ricos en nutrientes.

En cuanto a la permacultura o agrofloresta, cinco plantas que se pueden asociar con la Anacardium humile para promover un sistema sin fertilizantes ni pesticidas son:

  1. Árboles fijadores de nitrógeno, como la acacia (Acacia spp.) o el algarrobo (Prosopis spp.). Estas plantas ayudan a enriquecer el suelo al capturar el nitrógeno del aire y fijarlo en el suelo.
  2. Leguminosas, como el frijol o la soja, que también fijan nitrógeno y mejoran la calidad del suelo.
  3. Plantas aromáticas y repelentes de insectos, como la albahaca, la menta o la caléndula. Estas plantas pueden ayudar a repeler plagas de forma natural.
  4. Cobertura vegetal, como la hierba de corte o el trébol blanco, que protegen el suelo de la erosión y mejoran su estructura.
  5. Cultivos de raíces profundas, como el rábano o la zanahoria, que ayudan a romper el suelo compactado y permiten una mejor absorción de nutrientes.

Al combinar estas plantas en un sistema agroforestal o permacultural, se promueve una interacción beneficiosa entre las diferentes especies, reduciendo la necesidad de fertilizantes químicos y pesticidas y favoreciendo un equilibrio natural en el ecosistema de cultivo.