Araticum


La Annona crassiflora, conocida comúnmente como “araticum do cerrado” o “marolo”, es una especie de planta nativa de Brasil, específicamente de la región del Cerrado. Pertenece a la familia Annonaceae, que incluye muchas otras especies de plantas con flores.

La Annona crassiflora es un árbol de tamaño mediano a grande que puede alcanzar alturas de hasta 8-12 metros. Tiene un tronco corto y grueso, con una corteza rugosa y fisurada de color gris. Las hojas son simples, alternas, oblongas o elípticas, de color verde oscuro y con un aspecto coriáceo. Las flores son grandes y hermafroditas, con pétalos carnosos de color verde claro. La planta produce frutos comestibles de forma redondeada u ovalada, que son conocidos como “araticum” o “marolo”. Estos frutos tienen una cáscara rugosa y dura de color verde amarillento a marrón y contienen una pulpa blanca y jugosa, de sabor dulce y ácido.

En cuanto a las especies, se reconoce una sola especie dentro del género Annona crassiflora. Sin embargo, existen otras especies de Annona, como Annona muricata (guanábana) y Annona cherimola (chirimoya), que también son conocidas por sus frutos comestibles.

La Annona crassiflora es valorada principalmente por sus propiedades alimenticias y medicinales. Los frutos son ricos en nutrientes, especialmente en vitamina C, hierro, calcio, fósforo y fibra dietética. Además, contienen compuestos antioxidantes, como las acetogeninas y los flavonoides. Se cree que estos compuestos tienen propiedades anticancerígenas, antimicrobianas y antiinflamatorias. Los frutos se consumen frescos y también se utilizan para la preparación de jugos, helados, mermeladas y otros productos alimenticios.

En cuanto al cultivo de la Annona crassiflora, es posible propagarla a partir de semillas o mediante técnicas de injerto. Prefiere suelos bien drenados y ligeramente ácidos. Es resistente a la sequía y puede tolerar condiciones de clima tropical y subtropical. Para un óptimo desarrollo, necesita una exposición a pleno sol. En términos de nutrientes, la planta puede beneficiarse de la adición de materia orgánica al suelo y el suministro de fertilizantes equilibrados que contengan nitrógeno, fósforo y potasio.

En el contexto de la permacultura o agrofloresta, se pueden asociar varias plantas con la Annona crassiflora para crear un sistema equilibrado y productivo sin la necesidad de fertilizantes o pesticidas.

Algunas opciones pueden incluir:

  1. Leguminosas fijadoras de nitrógeno, como el guaje (Leucaena leucocephala) o la acacia (Acacia spp.), que ayudan a enriquecer el suelo con nitrógeno.
  2. Plantas aromáticas y repelentes de insectos, como la albahaca (Ocimum basilicum) o el caléndula (Calendula officinalis), que pueden ayudar a ahuyentar plagas y atraer polinizadores beneficiosos.
  3. Plantas trepadoras, como la jícama (Pachyrhizus erosus) o la chayota (Sechium edule), que pueden aprovechar la verticalidad del árbol y ocupar espacio aéreo.
  4. Plantas de cobertura del suelo, como el trébol blanco (Trifolium repens) o la hierba de San Juan (Hypericum perforatum), que ayudan a controlar la erosión del suelo y mejorar la retención de agua.
  5. Hierbas perennes, como la menta (Mentha spp.) o el orégano (Origanum spp.), que además de ser útiles en la cocina, pueden actuar como repelentes naturales de insectos.

Estas son solo algunas sugerencias, y la elección de plantas adecuadas puede depender de factores como el clima, el suelo y las necesidades específicas del sistema de cultivo.