Almeirão
Cichorium intybus, comúnmente conocida como almeirão o achicoria, es una planta perenne perteneciente a la familia de las asteráceas. Es originaria de Europa y Asia Occidental, pero actualmente se encuentra distribuida en diversas regiones del mundo. La achicoria es ampliamente cultivada tanto por sus hojas comestibles como por sus raíces, que se utilizan como sustituto del café.
La planta de achicoria alcanza una altura de aproximadamente 1 metro. Tiene un sistema de raíces pivotantes, que penetran profundamente en el suelo. Las hojas basales son grandes, dentadas y de forma lanceolada, mientras que las hojas superiores son más pequeñas y menos dentadas. La planta produce tallos erectos y ramificados, en cuya parte superior se desarrollan inflorescencias compuestas por flores de color azul o púrpura.
Existen varias especies de Cichorium, pero las más comunes son Cichorium intybus var. sativum, que se cultiva principalmente por sus hojas, y Cichorium intybus var. sativum f. root chicory, cuyas raíces se utilizan como sucedáneo del café.
La achicoria tiene diversas propiedades alimenticias. Las hojas jóvenes y tiernas se pueden consumir crudas en ensaladas o cocidas como verduras. Tienen un sabor ligeramente amargo y son ricas en vitaminas A, C y K, así como en minerales como calcio, hierro y potasio. Las raíces de la variedad root chicory se tuestan y muelen para producir un sucedáneo de café sin cafeína.
En cuanto al cultivo de la achicoria, es una planta resistente que se adapta a diversos tipos de suelo, aunque prefiere los suelos bien drenados y fértiles. Se puede sembrar directamente en el suelo o trasplantar plántulas. La siembra se realiza en primavera u otoño, y las semillas deben estar a una profundidad de aproximadamente 1 centímetro. La achicoria requiere una exposición al sol y un riego regular para un buen crecimiento.
En cuanto a los nutrientes necesarios para el cultivo de la achicoria, esta planta tiene requerimientos moderados. Necesita un suelo rico en materia orgánica y bien balanceado en nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio. El abono orgánico, como el compost, puede proporcionar los nutrientes necesarios para el crecimiento saludable de la planta.
Para cultivar la achicoria de manera ideal, es recomendable mantener el suelo húmedo pero no encharcado. Las malas hierbas deben ser controladas para evitar la competencia por nutrientes y luz. El momento de la cosecha varía según el uso deseado: las hojas tiernas se pueden cosechar a medida que crecen, mientras que las raíces se deben desenterrar al final del ciclo de crecimiento, generalmente en otoño.
En cuanto a las plantas que se pueden asociar con la achicoria en el método de permacultura o agroforestería para evitar el uso de fertilizantes y pesticidas, aquí te presento cinco opciones:
- Trébol rojo (Trifolium pratense): El trébol rojo es una leguminosa que puede fijar nitrógeno en el suelo, proporcionando un fertilizante natural para la achicoria.
- Caléndula (Calendula officinalis): La caléndula atrae insectos benéficos y puede repeler algunas plagas que afectan a la achicoria, reduciendo así la necesidad de pesticidas.
- Tagetes (Tagetes spp.): Las variedades de tagetes, también conocidas como maravillas, liberan compuestos químicos que repelen nematodos y otros insectos perjudiciales para la achicoria.
- Borraja (Borago officinalis): La borraja es una planta con flores que atrae a los insectos polinizadores, contribuyendo a la biodiversidad en el cultivo de achicoria.
- Acelga (Beta vulgaris var. cicla): La acelga es una planta de hojas comestibles que puede crecer junto a la achicoria, proporcionando una combinación estética y funcional en la permacultura.
Estas asociaciones beneficiosas entre plantas ayudan a mantener un equilibrio natural en el cultivo de achicoria, evitando la necesidad de utilizar fertilizantes químicos y pesticidas sintéticos.