Banana
Musa spp. es el nombre científico de un género de plantas pertenecientes a la familia de las Musáceas. El nombre común más conocido para las especies de este género es banana, plátano o banano, que son términos utilizados indistintamente para referirse a las diferentes variedades de plantas de este género.
Las plantas de Musa spp. son árboles perennes que pueden alcanzar alturas de hasta 10 metros. Tienen un tronco robusto y en su parte superior se desarrolla un conjunto de hojas grandes y alargadas en forma de abanico, que se disponen en espiral alrededor del tallo central. Las hojas son de color verde intenso y pueden medir varios metros de longitud.
La planta de plátano produce un conjunto de flores en una estructura en forma de racimo llamada “inflorescencia”. Cada racimo puede contener numerosas flores, y después de la polinización, estas flores se desarrollan en frutos. Los frutos son alargados y tienen una piel gruesa y fibrosa de color verde, que se vuelve amarilla o incluso marrón cuando maduran. La pulpa de los plátanos es dulce y su sabor varía desde suave hasta más intenso, dependiendo de la variedad.
Existen alrededor de 50 especies reconocidas dentro del género Musa. Las más conocidas y cultivadas a nivel mundial son Musa acuminata y Musa balbisiana, que son las especies parentales de la mayoría de las variedades de plátano y banano que consumimos.
En cuanto a las propiedades alimenticias, el plátano es una fuente rica en nutrientes. Es especialmente conocido por su contenido de potasio, vitamina C, vitamina B6 y fibra. Los plátanos son una fuente de energía rápida debido a su contenido de carbohidratos y son fácilmente digeribles. Se consumen principalmente frescos, pero también se pueden utilizar para hacer jugos, postres, mermeladas y otros productos alimenticios.
La forma de cultivo de las plantas de Musa spp. varía según la región y la variedad, pero en general, prefieren climas cálidos y húmedos. Son plantas tropicales que requieren temperaturas entre 26 y 30 grados Celsius para crecer adecuadamente. El suelo ideal para el cultivo de plátanos debe ser fértil, bien drenado y rico en materia orgánica.
En términos de nutrientes, las plantas de plátano requieren una combinación equilibrada de macronutrientes, como nitrógeno, fósforo y potasio, así como micronutrientes como hierro, manganeso, zinc y boro. Estos nutrientes pueden ser suministrados mediante fertilizantes orgánicos o abonos naturales, como compost o estiércol.
En la permacultura o agrofloresta, se promueve la asociación de diferentes plantas para crear sistemas sustentables sin la necesidad de utilizar fertilizantes químicos ni pesticidas.
Algunas plantas que se pueden asociar con el plátano en estos sistemas son:
- Crotalaria juncea (crotalaria): esta planta es conocida por su capacidad de fijar nitrógeno en el suelo, lo que beneficia el crecimiento de las plantas de plátano.
- Desmodium spp. (desmodio): otra planta leguminosa que también tiene la capacidad de fijar nitrógeno y mejorar la fertilidad del suelo.
- Tithonia diversifolia (girasol mexicano): esta planta tiene propiedades repelentes de insectos y puede ayudar a controlar algunas plagas que afectan al plátano.
- Tagetes erecta (cempasúchil): conocida por su efecto repelente de nematodos, puede ayudar a proteger las raíces de las plantas de plátano de estas plagas.
- Calendula officinalis (caléndula): tiene propiedades repelentes de insectos y puede ayudar a controlar las plagas en el entorno del cultivo de plátano.
Estas son solo algunas ejemplos de plantas que se pueden asociar con el plátano en sistemas de permacultura o agrofloresta, aprovechando sus beneficios complementarios para crear un entorno saludable y equilibrado sin el uso de fertilizantes ni pesticidas sintéticos. Es importante tener en cuenta que la elección de las plantas asociadas puede variar según la región y las condiciones específicas de cultivo.