Yacon
Smallanthus sonchifolius, también conocida como yacon o yacón, es una planta perenne perteneciente a la familia de las Asteráceas. Su nombre común, yacón, deriva del vocablo quechua “yaku” que significa agua, haciendo referencia a la gran cantidad de agua que almacena en sus raíces tuberosas.
El yacón es nativo de la región andina de Sudamérica, específicamente de los países de Perú, Bolivia y Ecuador. Es ampliamente cultivado en estas zonas, así como en otros países con climas adecuados.
La planta del yacón tiene un crecimiento erecto y puede alcanzar una altura de 1 a 3 metros. Sus hojas son grandes, de forma triangular a ovalada, con bordes dentados y de color verde intenso. Las flores del yacón son pequeñas y de color amarillo brillante, agrupadas en inflorescencias terminales.
La característica más destacada del yacón es su sistema de raíces tuberosas. Estas raíces son grandes, carnosas y jugosas, con un sabor dulce similar al de una pera o una manzana. Las raíces tuberosas contienen inulina, un tipo de fibra dietética que no se digiere en el intestino delgado, por lo que el yacón es considerado un alimento bajo en calorías y adecuado para personas con diabetes.
Además de las raíces tuberosas, el yacón también produce tallos subterráneos llamados rizomas, que se utilizan para propagar la planta. Los rizomas son nodosos y de color marrón.
Existen varias especies de Smallanthus, pero Smallanthus sonchifolius es la especie más conocida y cultivada.
Las raíces tuberosas del yacón se consumen principalmente crudas, ya que tienen un sabor dulce y refrescante. Se pueden comer directamente, agregar a ensaladas o utilizar para hacer jugos y batidos. También se pueden cocinar al horno, asar o utilizar en preparaciones dulces como mermeladas y compotas.
El yacón ha ganado popularidad debido a sus propiedades nutricionales y beneficios para la salud. Además de ser bajo en calorías, es una fuente de fibra, potasio, calcio, fósforo y antioxidantes. Se le atribuyen propiedades prebióticas, ya que la inulina que contiene actúa como alimento para las bacterias beneficiosas del intestino.
En cuanto al cultivo del yacón, es una planta que prefiere climas templados a frescos, con temperaturas que oscilen entre los 15 °C y 25 °C. Se adapta bien a diferentes tipos de suelo, pero prefiere suelos sueltos y ricos en materia orgánica.
La propagación del yacón se realiza mediante la siembra de rizomas, que se plantan a una profundidad de aproximadamente 10 cm. La planta requiere un riego regular, especialmente durante los períodos secos. Además, necesita un espacio amplio para desarrollar su sistema de raíces tuberosas.
En cuanto a las necesidades de nutrientes, el yacón se beneficia de un suelo rico en materia orgánica y requiere un suministro adecuado de nitrógeno, fósforo y potasio. Esto se puede lograr mediante la aplicación de abonos orgánicos, como compost o estiércol bien descompuesto.
En el contexto de la permacultura o agrofloresta, el yacón se puede asociar con otras plantas que ayuden a mejorar la fertilidad del suelo y a controlar plagas y enfermedades.
Algunas opciones de plantas compañeras para el yacón son:
- Tagetes (cempasúchil): Sus raíces secretan compuestos que repelen nematodos y su flor atrae insectos beneficiosos como abejas y mariposas.
- Caléndula: Sus flores atraen insectos beneficiosos y tiene propiedades repelentes de plagas.
- Menta: Su aroma repele insectos y puede ayudar a mantener alejadas a las plagas del yacón.
- Ajo: Tiene propiedades repelentes de plagas y puede ayudar a controlar enfermedades fúngicas.
- Girasol: Sus raíces ayudan a mejorar la estructura del suelo y aportan materia orgánica cuando se incorporan al suelo.
Estas plantas compañeras pueden ayudar a crear un sistema equilibrado y sostenible, reduciendo la necesidad de fertilizantes químicos y pesticidas en el cultivo del yacón.